Título: LA CANCION DE LOS MAORIES
Autor: Sarah Lark
Genero: Romántica/Histórica
Saga: Trilogía de la Nube Blanca 2
Fecha de publicación: 2012
Sinopsis: Nueva Zelanda, 1893. Elaine es la atractiva nieta de Gwyneira, quien un día viajó desde el extremo opuesto del mundo para casarse con un desconocido. De su abuela ha heredado la melena pelirroja y el espíritu libre... hasta que William, un misterioso irlandes, irrumpe en su vida y ella cae rendida a sus encantos. Pero entonces, la llegada de su prima Kura, con su sensualidad maorí, cambia el destino de Elaine, y ambas tendrán que enfrentarse a sus propias decisiones y a los vaivenes de una tierra comparada con el paraíso.
En “La canción de los maoríes”, Sarah Lark nos sumerge nuevamente en la fascinante Nueva Zelanda del siglo XIX. La saga continúa con Elaine y Kura, la nueva generación de mujeres fuertes y decididas. Esta vez, la autora nos lleva a través de una historia llena de pasión, dolor, aventura y secretos familiares.
Los que leyeron la reseña anterior sabrán que quedé fascinada por el primer libro de esta trilogía. No podía dejar pasar la oportunidad de volver a sumergirme en la ambientación neozelandesa, y no me equivoqué al hacerlo. Sarah Lark sigue sorprendiendo a sus lectores con una narrativa exquisita y unas historias muy dramáticas que merecen la pena leer.
El estilo:
La pluma de la autora sigue siendo un deleite para los sentidos. Cada palabra está cuidadosamente elegida, y su estilo detallado nos permite visualizar los paisajes, oler los aromas y sentir las emociones de los personajes. A pesar de la complejidad de algunos de los temas que aborda, la lectura fluye con naturalidad y no decae en ningún momento.
Los personajes:
Al igual que en la primera parte de esta saga, en “La canción de los maoríes” Sarah Lark se centra en crear personajes femeninos de armas tomar. Elaine, dulce e ingenua al principio, experimenta un gran desarrollo a lo largo de la historia. Se convierte en una mujer fuerte que toma sus propias decisiones y lucha por conseguir lo que quiere. Por otro lado, Kura es un personaje más enigmático. Al principio es difícil de entender, pero a medida que la trama avanza, descubrimos también las luces de su personalidad. Aunque no empatizamos completamente con ella, no deseamos que le pase nada malo y disfrutamos cada vez que su nombre aparece escrito en la página. Ambas protagonistas son únicas, con sus propias aspiraciones y carácter, pero lo que las une es la fortaleza interior, que las impulsa a superar todos los obstáculos que la vida les presenta.
Los personajes secundarios siguen siendo una delicia. Nos encontramos tanto con las caras conocidas como con las nuevas. Y todos ellos destacan por ser variopintos, entrañables y realistas.
Sin embargo, existe un pequeño punto negativo: algunos personajes, aunque no todos, siguen el patrón del “malo malísimo”. Aunque esto puede existir en la vida real, me gustaría que los antagonistas tuvieran un poco más de desarrollo y motivación.
La historia:
A diferencia de “País de la Nube Blanca”, esta segunda parte se centra exclusivamente en una sola generación de mujeres, las nietas de las protagonistas de la anterior entrega. Este enfoque resuelve uno de los problemas que mencioné en la reseña anterior: el ritmo irregular del primer libro y su abrupto final. En “La canción de los maoríes”, la narrativa es detallada de principio a fin. La autora describe tanto los paisajes como la vida cotidiana de los personajes, sumergiendo al lector en todos los matices de la historia. Personalmente, adoro las descripciones, pero soy consciente de que algunos lectores pueden sentirse abrumados y aburridos por ellas, llegando incluso a abandonar la lectura. Así que, si piensas empezar la saga tienes que armarte de paciencia, abrir la mente y disfrutar de cada momento de tu lectura.
La exquisita ambientación sigue siendo uno de los puntos fuertes. Los detalles sobre la vida tanto social como económica de la isla nos transportan a otro mundo del que no queremos salir, incluso después de cerrar el libro. Sarah Lark nos guía a través de los cambios sociales, las tensiones culturales y los desafíos personales que se producen a lo largo de varios años. Además, profundiza en las relaciones entre los colonizadores y la población nativa con gran maestría debida a una meticulosa investigación que ha llevado a cabo. El libro presenta un indudable equilibrio entre precisión histórica y creatividad literaria. La abundancia de detalles verídicos sobre la vida en la época colonial se entrelaza con licencias creativas, sumergiéndonos aún más en la trama.
A pesar de ser una novela histórica que aborda temas importantes y difíciles, “La canción de los maoríes” es sorprendentemente fácil de leer. El romance sigue siendo uno de los motores clave de la trama y deja que el resto de los temas actúen como un fondo enriquecedor para una preciosa historia de amor. Esto hace que la novela sea perfecta para desconectar del mundo actual, aunque a veces puede parecer un cuento de hadas en el que los buenos siempre ganan y siempre se salen con la suya sea cual sea el obstáculo al que se enfrentan.
Conclusión:
En resumen, “La canción de los maoríes” es una lectura que se saborea lentamente. Sus páginas están llenas de romance, drama y superación personal. Cada detalle contribuye a la riqueza de la experiencia. Si disfrutaste de la primera entrega, este segundo libro te atrapará de igual manera. En mi opinión, merece la misma nota que su predecesor.
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Hazlo o no lo hagas. Pero no lo intentes.
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